martes, 17 de mayo de 2011

Árbol vivo

Árbol vivo



Verde oscuro renace
entre forcejeos de viento
entre la noche perdida.

Deja que le caiga
el alma sobre las ramas,
se pinta de certeza los brotes,
y sorbe tragos de firmeza
poco a poco desde su raíz.
Hace que sus brazos
crezcan tersos y altivos,
sus anillos son su traje
que ha ido cosiendo
con hebras de luna llena,
con un segundo de cien minutos
con poder para tocar las nubes.

Verde oscuro es el hueco
de las ideas olvidadas
donde las hojas muertas
buscan cobijo de piel,
de tacto fuerte y sereno
donde poder descansar.

4 comentarios:

Santiago Solano dijo...

Estimada Lola.

Esperaba con impaciencia esta entrada tuya en escena. Y lo haces doblemente, con fotos y con poema.

Felicdades

Emilio Porta dijo...

"Deja que le caiga
el alma sobre las ramas"

Pocas veces he encontrado una imagen tan bella para sentir la necesidad de comunicar que tiene todo ser vivo. El árbol lo es. Quieto, inmóvil y, sin embargo, nos habla de su edad con los anillos de madera de su cuerpo, como tú dices, y nos habla de su vida a través de sus manos de hojas, esas que le salen del alma. Encantado, Lola, de tenerte en palabra escrita también con nosotros. En tu blog. En nuestro Escritores en Red.

telsa dijo...

El Arbol vivo, una analogia, a nuestra existencia, somos el arbo vivo, nuestras raices, nuestras ramas que dejamos, las ojas que se van, son los anos de nuestra vida, que poco a poco se oculta como el sol en ocaso en el horizonte, y al final desaparece, alla en el infinito. Pues me ha gustado mucho.

Teodora

telsa dijo...

El árbol, una analogía, a nuestra existencia. Nuestra raíces y las ramas que vamos dejando, las hojas que se van; nuestros años de existencia, que se ocultan como el sol en el ocaso, y al final desaparece, allá en el infinito. Me ha gustado mucho, un placer leerte.
Teodora